domingo, 19 de septiembre de 2010

Elemento II, Agua.




El agua oxida el hierro y, sin embargo, no altera el oro. Hierro como carne y oro como alma es la metáfora de la fortaleza del espíritu frente a lo carnal, en un mundo donde lo bello solo perdura en el paso de los evos dentro de cada ser vivo. Es su propio espíritu el que resiste en la memoria de los cercanos tras la corrupción total del cuerpo físico. En este cuadro no hay una alusión gráfica expresa al agua sino su efecto. Los nueve puntos hacen referencia a los nueve estados básicos de personalidad.
Está realizado con pigmentos mixtos sobre tabla. Medidas: 113x 58 cm.
Gracias a los chicos de COSMOJET por su apoyo e intendencia.

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