domingo, 29 de agosto de 2010

Universo porcino


Continuando con el estilo primitivista, esta vez he viajado mentalmente a las antípodas para realizar este cuadro de aspecto tapiz y cuya temática central continúa siendo el omnipresente cerdo. Aquí me he alejado ligeramente de mi orden caótico (si el oxímoron es permisible) para desarrollar la escena buscando la simetría en las figuras y el fondo. La pintura está realizada en acrílico sobre lienzo y sus medidas son 80x60 cm.

lunes, 23 de agosto de 2010

Arróniz.


Escena cuyos protagonistas son una pareja de aldeanos en un estilo cubista bastante personal. se trata de plasmar un estilo de vida que, aun siendo estereotipado, no deja de ser veraz. El hombre, trabajado y curtido porta la navaja, herramienta y arma ocasional y el queso, símbolo de sustento. La mujer tocada de sombrero de paja comparte las tareas del campo y sostiene un escapulario con sus manos mientras mira fervorosamente el firmamento, es el baluarte de la religiosidad familiar. El sol doble simboliza el aplastante calor estival y los campos de tonos cálidos reflejan la soledad y la dureza de las tareas agrarias. El cuervo simboliza la veleidad de las condiciones climatológicas y la crueldad que muestran en ocasiones. Está realizado en óleo sobre lienzo de bastidor ancho en 80x60 cm.

De Natura II


Óleo sobre lienzo de dimensiones 35x27 cm. Segundo cuadro de la serie "De Natura" donde aparece el cerdo adulto que observa al espectador como exigiendole respeto hacia su condición de sustento fundamental. El gorrín, aun alejado, desconoce su destino y de ahí su actitud indolente. La Venus omnipresente irradia su influencia sobre la escena desde su posición ladeada y distante. La escena se enmarca en un caótico fondo diagonal rojizo (representa la vida) y verdoso (representa la tierra).

De Natura I


Cuadro de estilo expresionista realizado en óleo sobre lienzo de dimensiones 55x38 cm. Se trata de una parte de la serie "De Natura" evocando un mundo idealizado donde el cerdo, en todas sus vertientes, tiene un protagonismo fundamental. En la escena aparece un gorrinillo que representa la inocencia de la víctima útil en un mundo caótico y confuso. Tras la figura, ligeramente elevada se encuentra la Venus, la madre tierra, símbolo de fecundidad y fertilidad para él, los suyos y la supervivencia que representa su sacrificio para la humanidad.

El Peine de los vientos.


Cuadro realizado sobre paisaje de la ciudad de Donostia-San Sebastián, de parte del conjunto escultural de Eduardo Chillida situado a las faldas del monte Igeldo. Está realizado en óleo sobre lienzo de medidas 80x60 cm. Se encuentra a la venta.